sábado, 31 de julio de 2010

Reflexología Podal Infantil




En la antigua China hace 4000 años, se observó que el masaje no solo influía en la parte del cuerpo donde se aplicaba, sino que había una influencia a nivel reflejo sobre áreas corporales y órganos muy distantes. Esta observación fue la base del nacimiento de una nueva terapia manual, la Reflexología.

En la actualidad prestamos muy poca importancia a los pies, es el gran olvidado de nuestro cuerpo y sin embargo, es la parte del cuerpo donde van a parar multitud de terminaciones nerviosas
.



La planta del pie y el pie en su conjunto, representa en forma esquemática la totalidad del cuerpo y sus órganos. Este es el principio de la reflexología podal. De tal modo, es posible que desde la planta del pie se pueda influir, positivamente, en los órganos y vísceras afectadas.
 Este tratamiento consiste en masajear partes del pie, que vienen a ser el reflejo de una zona concreta de nuestro cuerpo, aliviando las dolencias de ésta.Los beneficios de la reflexología podal son descubiertos por el doctor William Fitzgerald, en 1913. Él desarrolló la teoría de que el cuerpo está recorrido longitudinalmente por diez líneas energéticas, que van desde la punta de los dedos del pie hasta la cabeza.

En nuestro cuerpo el sistema nervioso es el responsable de transmitir estímulos externos al cerebro y desde allí otra vez a los músculos y órganos internos. Con la reflexología estimulamos las terminaciones nerviosas en la planta del pie mediante el masaje con las manos. A continuación son estos circuitos nerviosos los que transmiten el estímulo externo al órgano interno correspondiente.

Beneficios de la reflexología podal infantil

La reflexología podal aplicada a los niños es una técnica de prevención y mejora del bienestar es inocua, eficaz y fácil de aplicar cuyos beneficios han sido sobradamente demostrados.

A continuación, reproducimos un texto de Ángeles Hinojosa,  experta en Reflexología Podal  Infantil, el cual me parece muy ilustrativo e interesante para papás y mamás:


“Cuando se trata a un bebé se le pueden solucionar problemas de gases en el vientre, estreñimiento o diarreas; cuando el niño ya va a la guardería le puede aliviar problemas de nerviosismo o angustia y, si en el momento de pasar después al colegio, nuestro hijo experimeta depresión, esta técnica le ayudará a recuperar la confianza perdida. En general, con este método se fortalece la salud y se tratan numerosos trastornos".



Los primeros días, semanas y meses del recién nacido son tan complicados para él como para los padres. A los padres les resulta difícil averiguar qué es lo que le pasa o reclama el bebé, ya que éste no puede expresarse si no es a través del llanto. A pesar de que el padre/madre intuya lo que le ocurre, se pueden sentir impotentes para solucionarlo. No se sabe qué hacer cuando el bebé tiene gases en la tripa, no puede conciliar el sueño o le «duelen» las encías durante la dentición.






En ocasiones, lo único que el bebé necesita, y por eso lo reclama, es que papá o mamá le acunen en sus brazos para sentirse protegido y contenido. En cualquiera de estas ocasiones, la Reflexología Podal puede ser un aliado perfecto, pues aunque no esté claro lo que necesita, la sensación de sentir que le atiendes será suficiente; tus manos en su piel serán como un bálsamo. Casos concretos en los que puedes ayudar a tu bebé con esta técnica son, entre otros: gases en el vientre, estreñimiento, diarreas, intranquilidad, insomnio, resfriado, gripe, otitis, dentición, etc.


Reflexología Podal  Infantil. Masaje por Ángeles Hinojosa.



Ángel y Maribel




lunes, 26 de julio de 2010

Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida...




Hace 30 años que llamaron mi atención estos versos, estaban puestos en la pared de una guardería por la cual pasaba en el camino del colegio a casa. Y hoy los vuelvo a encontrar.
Son unos versos de Khalil Gibran (novelista y poeta). Dedicados especialmente para ti, si eres papá o mamá:

“Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.”



Maribel.

miércoles, 21 de julio de 2010

30 Juegos para las vacaciones (tercera parte)








30 juegos para las vacaciones
Un verano inolvidable
Tiempo libre. Ésta es la palabra mágica del verano. Aquí tienes 30 ideas de juego para pasártelo en grande con tus hijos mientras disfrutáis de vuestras vacaciones.


Juegos para la montaña



21. El hilo

Quien la liga debe perseguir a un niño como si lo uniera a él un hilo imaginario. Cuando otro se cruza, es como si cortase el hilo, por lo que el perseguidor deberá seguir al niño que se le ha cruzado. Si el que la liga pilla al perseguido, éste es el nuevo perseguidor. Los que huyen tienen la posibilidad de salvarse unos a otros arriesgándose a cruzarse en plena carrera. A partir de 8 años.


22. Sangre


Colocados en círculo, todos se ponen el nombre de un país. Un niño lanza la pelota al aire y dice “declaro la guerra a mi peor enemigo que es...” Y grita el nombre de un país mientras los demás escapan. El “país” nombrado debe coger la pelota y gritar: ¡SANGRE! o ¡PIES QUIETOS! Los demás quedarán inmóviles y el que tiene la pelota deberá intentar dar a alguien después de dar tres pasos. Si le da, quedará HERIDO. Si es la segunda vez que le dan, quedará herido GRAVE y si es la tercera, estará MUERTO y eliminado. Si el que lanza falla, el herido es él y si alguien mueve los pies también. Al que han dado es el siguiente que debe declarar la guerra. A partir de 7 años.


23. El escondite


Un niño cuenta hasta veinte de espaldas en un árbol establecido como “CASA”. Los demás se esconden y él tendrá que buscarlos. Cuando ve a uno, debe correr a la “CASA” a decir su nombre y su escondite. Los escondidos deben aprovechar los paseos del que se la liga para correr a la “CASA” y salvarse. Los que se salvan gritan “¡por mí!” y el último debe salvar al resto diciendo: “por mí y por todos mis compañeros”. En tal caso, el que la ligaba, se la volverá a ligar. De lo contrario, la ligará el que haya sido descubierto el primero. A partir de 5 años.


24. Carrera de aguadores


Los pequeños cogen un recipiente de plástico lleno de agua y comienzan una carrera en la que tú les vas diciendo lo que deben hacer. Les indicarás hacia qué árbol dirigirse, si deben hacerlo a pata coja o dando vueltas sobre ellos mismos, así como subir a una roca o saltar desde ella. Al finalizar el juego, ganará el que más agua conserve en el recipiente. A partir de 4 años.


25. Alto


Uno persigue al resto de los compañeros, si consigue tocar a alguien éste se convierte en perseguidor. La única forma de salvarse del perseguidor es subirse a algo: una roca, un árbol... A partir de 6 años.


26. Cocodrilos y tortugas


Un niño hace de cocodrilo y establece cuál es su casa –un rincón de la piscina, por ejemplo–. Los demás hacen de tortugas. El cocodrilo debe intentar atraparlas, tumbado en el agua y reptando por el fondo con las manos. De esta manera, se convertirán en estos reptiles. Las tortugas intentarán escapar en cuclillas y llegar a la casa del cocodrilo. Si una lo consigue, podrá convertir a un cocodrilo en tortuga. A partir de los 4 años.


27. El reto


Se juega por parejas. Cada niño coge un extremo del flotador y se impulsa hacia el frente dando patadas al agua para conseguir que su compañero recule. Puede que te toque hacer de juez para ver cuando el flotador se mueve hacia un lado o el contrario. A partir de 5 años.


28. Flotadores de choque


Los niños se sientan sobre el flotador y se impulsan para acercarse unos a otros con el fin de zarandear al contrario y hacerlo caer. Gana el que permanezca sentado sobre el flotador. A partir de 6 años.


29. Carrera por equipos


Se trata de hacer una competición de un extremo a otro de la piscina. Pero, en lugar de nadar de uno en uno, hay que nadar agarrados por equipos, formando una especie de serpiente marina. A partir de 8 años.


30. A pescar


Se tiran varios flotadores al agua y los niños deben acudir a pescarlos. La dificultad consiste en tener que pelearse por coger un flotador sin usar los brazos. Es decir, que sólo pueden engancharlos con las piernas o la cabeza. A partir de 7 años.


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30 juegos para las vacaciones (segunda parte)









30 juegos para las vacaciones
Un verano inolvidable
Tiempo libre. Ésta es la palabra mágica del verano. Aquí tienes 30 ideas de juego para pasártelo en grande con tus hijos mientras disfrutáis de vuestras vacaciones.




En la playa



11. Castillos de barro

Modelar o usar moldes para hacer figuras en la arena es algo que fascina a los más pequeños, pues pueden disfrutar llenándose de barro hasta enterrarse sin que mamá les regañe. Es más, en la playa, hasta mamá se pone de rodillas y hunde las manos en arena húmeda y eso les encanta. A partir de 3 años.


12. Rayuelas en la orilla

Consiste en aprovechar la parte húmeda de la arena cuando es amplia, para dibujar una rayuela con forma espiral que contenga diez casillas y un centro con la palabra “cielo”. Se tira una piedra y se salta a la pata coja, sin pisar la casilla de la piedra. A la vuelta se recoge y salta el siguiente. Cada vez se tira a una casilla más próxima al centro y, si por error, la piedra cae en él, habrá que empezar de nuevo. Gana el que llegue antes al “cielo”. A partir de 6 años.


13. Carrera de pantalones bajados


Nada más llegar a la playa, aléjate del lugar donde vais a situaros y traza una línea de salida y una meta. Haz que los niños se pongan en la línea y se bajen la ropa a los pies. Da la orden de salida para que echen a correr. Se partirán de risa viendo cómo caminan y más de uno acabará arrastrándose para llegar el primero. Es una variante casera de las carreras de sacos, pero... ¡Ojo con llevar el bañador puesto! A partir de 4 años.


14. Las tres en raya


Se escogen tres piedras blancas y tres negras. Se dibuja en la arena el tablero: un cuadrado con una casilla en cada esquina, otra en el centro de cada lado y otra en el centro del cuadrado. El primer jugador –que tiene las blancas– sitúa su primera piedra en el centro del cuadrado. El otro – propietario de las negras– elige dónde poner su piedra. El turno vuelve al primer niño que sitúa su segunda piedra para hacer tres en raya blancas o impedir que el otro niño haga tres en raya negras. Todas las piedras pueden colocarse en cualquier casilla menos en la del medio, que permanece inmóvil. A partir de 7 años.


15. Encontrar el tesoro


Alguien se encarga de esconder un objeto enterrado en la arena mientras los niños se tapan los ojos. Después, tendrán que descubrir dónde se encuentra y desenterrarlo. Para dar pistas, se puede decir “frío frío”, si se alejan del tesoro o “templado”, “caliente” o “que te quemas”, según se aproximen a objeto. A partir de 5 años.


16. A golpe de piedra


Se hace un montón de arena en el que se introduce un objeto pequeño –pueden ser chinas de diferentes colores– por cada jugador. Después, por turnos, cada niño tira un piedra mediana con el objetivo de descubrir los pequeños tesoros enterrados y gana el que más tiros de piedra acertados haya tenido. A partir de 7 años.


17. La gallina ciega


El que la liga se pone un pañuelo tapándole los ojos. Los demás le marean dándole vueltas para que se desoriente. Después, todos se alejan y se dispersan mientras le llaman: gallinita, gallinita, ven por mí. Cuando la gallina ciega consiga atrapar a uno, éste se la ligará. El suelo blando atenúa las caídas y la posibilidad de atrapar a cualquiera que pasee por la playa aumenta la diversión. A partir de 5 años.


18. Canasta en la arena


Consiste en hacer un agujero en la arena, situarse a cierta distancia y tirar a colar piedras en el agujero. Los que lo consigan, dan un paso atrás y vuelven a tirar y así hasta que sólo quede uno. A partir de 4 años.


19. El gusano loco


A excepción de uno de los niños, todos los demás se estiran sobre la arena, uno al lado del otro. El niño que queda se tumba de forma transversal sobre sus compañeros. Estos giran sobre sus propios cuerpos de forma lateral, como rodillos, provocando que el niño que está sobre ellos avance. Cuando haya llegado al extremo, se pone al lado de sus compañeros mientras al otro extremo, un niño se levanta y se coloca encima de los demás. El objetivo es hacer que el grupo avance todo lo posible. A partir de 7 años.


20. Desafío personal


Se trata de un juego individual y se prepara dibujando en la arena una fila con ocho casillas. Sitúa tres guijarros blancos en las tres primeras casillas y tres guijarros negros en las tres últimas. El reto consiste en llevar todas las piedras al extremo opuesto. Para ello, las fichas se mueven de una en una hacia delante y saltándose unas a otras, pero sin posibilidad de retroceder. Un rompecabezas para los más persistentes. A partir de 8 años.






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30 Juegos para las vacaciones (primera parte)




30 juegos para las vacaciones
Un verano inolvidable
Tiempo libre. Ésta es la palabra mágica del verano. Aquí tienes 30 ideas de juego para pasártelo en grande con tus hijos mientras disfrutáis de vuestras vacaciones.

En los viajes

1. Carrera de gotas
Este juego es el ideal para los viajes en días de lluvia. Cada jugador apadrina una de las gotas de agua que quedan pegadas al cristal y van escurriéndose hacia atrás. La gota más rápida hará ganar a su padrino. Es conveniente marcar sobre el vaho el punto de salida y la meta. A partir de 4 años.

2. Contar un cuento
Un adulto da las pistas clave: objetos, personajes, lugares... Los niños deben crear una historia organizada que contenga todos los elementos que les han dado. A partir de 4 años.

3. Veo veo
Uno formula la frase mientras piensa en algo que está viendo constantemente durante el trayecto: “Veo, veo”. Otro pregunta: “¿por qué letrita empieza?”. El primero contesta y los demás deben adivinar en qué está pensando.
 A partir de 5 años.

4. Revista viajera
Hay que hojear una revista y observar por la ventanilla para encontrar objetos como los que aparecen en las fotografías. Cada uno pone su señal encima del objeto que encuentre y gana el que más señales tenga al pasar 10 minutos.
 A partir de 5 años

5. La casa de San Juan
Alguien robó pan en la casa de San Juan y como nadie sabe quién, todos van acusándose unos a otros mientras cantan:
Todos: “Félix robó pan en la casa de San Juan.”
Félix: “ ¿Quién yo?”
Todos: “Si tú”
Félix: “Yo no fui"
Todos: “¿Entonces quién?
Félix: “Marta”
Todos: “Marta robó pan en la casa de San Juan...”
Este juego es especialmente divertido en el autobús debido al número de participantes. A partir de 5 años.

6. Responda otra vez
Consiste en adaptar el famoso concurso de televisión en el que el presentador pide que los concursantes –agrupados por parejas o individualmente– enumeren objetos, clases de animales, nombres de lugares... Y así elaboran una lista hasta que se equivoquen o repitan respuesta. Tras unas cuantas rondas, ganará la pareja o el niño que más respuestas acertadas tenga. A partir de 6 años.

7. El código de sonidos
Consiste en contar una misma historia por turnos. El primero que cuenta sustituye una palabra por un sonido. El siguiente debe contar la historia con ese sonido cada vez que aparezca la palabra a la que sustituye y añadir otro sonido en lugar de otra de las palabras. Y así hasta que la historia sea un conjunto de sonidos que sólo los “peques” pueden descifrar. A partir de 7 años.

8. La frase más larga
Uno dice una palabra. El siguiente repite esa palabra y añade otra. El tercero repite las anteriores y añade otra más. Y así hasta que se forme una frase con elementos del paisaje. Hay que ser rápido en añadir palabras y así, cada frase que surja será de lo más disparatada. A partir de 8 años.

9. Poesía en movimiento
El primero pregunta: ¿Qué metemos en la nevera? Por turnos, todos van contestando cosas que rimen. Por ejemplo: tres kilos de pera. Cuando ya no se les ocurra nada más o menos coherente, se vuelve a formular la pregunta cambiando el recipiente. A partir de 7 años.

10. Palabras encadenadas
Uno dice una palabra para que el siguiente diga otra que empiece por la última sílaba de la anterior. Si al siguiente no se le ocurre ninguna, queda eliminado. El juego se acaba cuando sólo queda un niño sin eliminar. A partir de 6 años.

Extraido de Guiadelniño.com


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