Mandala.
Un mandala es un dibujo normalmente circular cuyos símbolos están ordenados de forma geométrica en torno a un punto central, la creación desencadena un proceso de interiorización que nos lleva a tener más paz interior.
Pintar mandalas es una terapia.
La observación de los mandalas por si misma ya es una terapia. Consigue hacer que nuestra mente se detenga al prestar atención al dibujo del mandala.
La palabra mandala en sánscrito significa "círculo sagrado" y como tal nos lleva a la parte más espiritual de nosotros, sin embargo la terapia verdadera es cuando nos ponemos a pintar un mandala, pues el propio proceso de la pintura te llevará a una mayor paz interna. Es un modo fácil y sencillo de llegar a la meditación sin tener que esforzarnos en conseguirlo, pues al prestar atención al ejercicio de pintar el mandala nos sitúa en ese lugar de meditación.
Elección de un mandala ya pintado
También podemos observar un mandala que ya está pintado. Elegir nuestro mandala requiere la observación de varios y nos daremos cuenta como nos "llama" el que es más adecuado para nosotros.
Ahora que está tan a la orden del día la ley de la atracción podemos incluir el arte y los mandalas para atraer lo que deseamos a nuestra vida.
Pero como todo proceso requiere de tiempo y paciencia, no puedes crear un mandala con prisas o con ganas de tenerlo terminado. Tampoco puedes ponerte a observarlo teniendo en mente la finalidad de conseguir un objetivo.
¿Hay que dibujar previamente el mandala?
Los mandalas puedes también pintarlos tú sin la necesidad de dibujarlos, hoy en día a través de Internet puedes encontrar multitud de mandalas para colorear.
¿Cómo se pinta un mandala?
Elige el tuyo y píntalo mediante acuarelas, ceras, lápices de colores o rotuladores. Empieza a pintar desde dentro hacia fuera cuando estés coloreando tu mandala.
¿A quién está especialmente recomendado pintar mandalas?
Pintar mandalas es especialmente recomendable para los niños y también para las personas que se encuentran perdidas sin rumbo, muy bloqueadas mentalmente y que no saben meditar pues se ponen muy nerviosas. Con el mandala llegaran a encontrar esa paz perdida.
Cuando estamos pintando, como en todo proceso creativo de modo consciente intervienen las dos mitades de nuestro cerebro: la parte más intelectual (izquierda) y la parte más emocional (derecha) de nuestro cerebro. Así se equilibran las emociones y el intelecto.
Significado de los colores del mandala
Una pincelada sobre el significado de los colores nos puede ayudar a elegir unos u otros cuando vamos a pintar un mandala con la intención de ayudarnos a superar alguna característica de nuestra personalidad.
Con el verde seremos más creativos, el azul nos ayuda a fomentar el estudio y el intelecto, el rojo pasional aumenta nuestra iniciativa y capacidad de liderazgo, el amarillo y la gama de los marrones nos da equilibrio, serenidad y seguridad...
Déjate llevar por tu intuición
También el rosa para el amor, el color dorado para la fortuna y toda la gama de verdes para potenciar nuestra salud nos ayudarán cuando queramos pintar el mandala con una intención específica, pero yo os aconsejo que os dejéis llevar por la elección de los colores que ese día os "llamen" y veréis como el conjunto de ellos reflejados en vuestro mandala tiene mucho que deciros.
El mandala es pues, una representación circular a modo de contenedor de espacio sagrado. Mandala significa círculo en sánscrito. Esta palabra es también conocida como rueda y totalidad. Más allá de su definición como palabra, desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente.
Los mandalas más conocidos son los realizados por los monjes tibetanos sobre el suelo, con granos de arena de colores para destruirlos una vez terminados en símbolo de lo efímero del mundo material.
Lo forman una serie de figuras geométricas y simbólicas de color. Sus objetivos son muy variados: desde la ayuda en la meditación, ayuda para curación, para energetizarse. Al igual que los mantras son sonidos que nos ayudan a entrar en nuestro mundo interior y fundirnos con el cosmos, los mandalas intentan realizar el mismo proceso en el campo visual a modo de lo que llamamos mensajes subliminales que van directos a nuestra memoria interior. Meditar sobre un mandala, es pues, interiorizarlo lo más posible para ayudarnos a fundirnos con el Todo y comprender la Verdad.
Mandalas para colorear los niños:
Mandalas para colorear los niños:
Isabel y Ángel.
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